Valladolid suma una nueva huella teresiana a su mapa patrimonial y espiritual con la inauguración de la Plaza Teófanes Egido, un espacio de memoria, reflexión y homenaje a uno de los intelectuales más queridos y reconocidos de la ciudad.
Este nuevo enclave urbano, ubicado entre la Iglesia de San Benito, el Archivo Municipal y el Monasterio de Santa Isabel, queda delimitado por las calles Santo Domingo de Guzmán y Encarnación. A partir de ahora, la calle Santo Domingo de Guzmán comenzará a la altura de la intersección con la calle San Agustín, junto al Archivo Municipal.
Durante el acto de inauguración, celebrado hoy domingo 20 de julio, el alcalde de Valladolid y presidente de la Red Huellas de Teresa, Jesús Julio Carnero, ha destacado que esta plaza «reconoce no sólo al intelectual brillante y al fraile ejemplar, sino también al ciudadano comprometido, profundamente enraizado en la historia de Valladolid y en su vocación espiritual».
La plaza lleva el nombre de Teófanes Egido, fraile carmelita, catedrático de Historia Moderna de la Universidad de Valladolid, cronista oficial de la ciudad y una de las máximas autoridades en historia religiosa y espiritualidad carmelitana. Su vínculo con la ciudad, donde vivió y trabajó durante décadas, y con el legado de Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz y San José, lo convierten en una figura imprescindible en el camino de las Huellas de Teresa.
La cercanía de esta nueva plaza a la iglesia de San Benito, donde el padre Egido predicó durante años, convierte el espacio en un lugar de tránsito y recogimiento, fiel al espíritu que él mismo encarnó. El entorno invita a la contemplación, al encuentro con la historia y al diálogo entre espiritualidad y cultura.
Con esta iniciativa, Valladolid reafirma su lugar en la Red de Ciudades Teresianas, reforzando su compromiso con la difusión del patrimonio teresiano y sumando un nuevo punto al itinerario de quienes siguen las huellas vivas de Santa Teresa de Jesús.