Palencia

1580

Palencia está situada en la parte norte central de España, dentro de la Comunidad Autónoma de Castilla y León. Es una ciudad típicamente castellana, tranquila, y muy atractiva que invita a disfrutar paseando de sus bonitos paisajes, sus imponentes monumentos y una maravillosa oferta tanto comercial como gastronómica.

Los restos arqueológicos constatan asentamientos desde la antigüedad, aunque no será hasta la llegada de los Vacceos, pueblo más culto y poderoso de la España Celtibérica, cuando se empiece a escribir su historia con mayúsculas.

La ciudad en la que se gestó la primera Universidad Española, en 1212, cuenta hoy con aproximadamente 80.000 habitantes, estando perfectamente comunicada, y siendo un punto estratégico para el visitante.

Palencia, lugar teresiano

Entre las ciudades que tiene a gala haber sido sede de una de las fundaciones de la misma Santa Teresa se encuentra Palencia. La fundación Teresiana de Palencia contó desde el principio con el apoyo de la ciudad y sobre todo del obispo D. Álvaro de Mendoza (1578-1586), que era amigo de Santa Teresa.

Tras volver de la Fundación de Villanueva de la Jara, Teresa salió de Valladolid el 28 de diciembre de 1580, cruzó el Pisuerga en Cabezón, pasó por Cigales, Dueñas, y entró en Palencia por las puertas del Mercado, al sur de la ciudad, que se encontraban al inicio de la actual calle mayor.

La fundación se hizo de forma provisional en una casa alquilada, en el corazón del populoso barrio de la Puebla, al sureste de la ciudad, en la actual calle Colón. Teresa y sus compañeras lo prepararon todo para al amanecer del día 29 de diciembre de 1580, inaugurar la capilla y el pequeño convento. El presbítero Porras, capellán de las carmelitas descalzas de Valladolid, celebró la primera Misa, y quedó constituida la comunidad.

Posteriormente el obispo les propuso trasladarse junto a la ermita de Nuestra Señora de la Calle, para establecer allí la comunidad. Con gran solemnidad el día 26 de mayo de 1581, festividad de Corpus Christi, se realizó el traslado de la comunidad a su nueva casa, en la calle de Nuestra Señora, actual de San Bernardo, junto a la ermita de nuestra Señora de la Calle.

Terminada la fundación de Palencia, ya las monjas en casa propia, Teresa partió el día 29 de mayo camino de la fundación de Soria.

No finaliza así la vinculación de la Santa con la ciudad de Palencia. Con posterioridad a la fundación palentina, Santa Teresa estuvo en Palencia dos veces: Una el 13 de Enero de 1582, residiendo en la ciudad del Carrión 10 días, bastante enferma, hasta que el 24 de enero partió para Burgos. La segunda en le verano de 1582, muy cansada y enferma, llegó a la ciudad a finales de junio de 1582, acompañada por su enfermera, Ana de San Bartolomé. Partió el 25 de agosto camino de Valladolid. Su intención era ir al monasterio de S. José de Ávila, pero una orden del P. Antonio de Jesús desvió su camino a Alba de Tormes, donde falleció el 4 de octubre de ese año.

La buena acogida que los palentinos, desde los más poderosos hasta los más humildes dispensaron a la santa andariega justifican la frase que se le atribuye, y que constituye un timbre de gala para nosotros: